Construyo la historia que sucede
desde el pequeño trozo de lana
escueto y tangente casi soñado
que se cuela a través de los años
como una pequeña esquirla de ayer
hasta el imposible presente
escurridizo saltando de tecla en tecla
bullente bola de fuego
mariposa de alas livianas
dormido en la lengua
perecedero
no hay lápiz que me dibuje
ni tijera que recorte mi silueta
el único limite corre por donde
la tinta corre
por entre esas perlas verdes
ya en ninguna parte salvo en mi
que enfatizo y deconstruyo
salteo, rehogo y escurro
minimizo, corto y pego
hasta que constituyo
este ente extracorpóreo
hecho de una emulsión harinosa,
siempre endeble, de palabras;
esto es lo que presento
y esto es lo que entrego
esta lejos de la carne humana
que sangra llora y sufre
nunca tendrán las palabras
tanto alcance
nunca escribiré mi historia
ni desenredarás sus nudos.
(tú,
miras y desnudas mi letra
a la vez que corres por entre
tus propias historias y las encajas
entre sus pliegues y crees
que formamos un tejido común
cuando una de las palabras
conecta contigo y te golpea,
pero no,
no,
solo es común el silencio.)