sábado, 11 de junio de 2011


Los zapatos echan raíces
y las corbatas
son sogas
que hacen que las ideas
escapen de las cabezas,
y, hablando
de libertad,

somos testas
sembradas
de incertidumbre gris.

Huesos pesados
que soportan en silencio
los silencios de la carne.

¿Y porque no un poema
de esos de coger las riendas,
de olor a asfalto y no mirar atrás?
Suena bien,
pero no.

Se murió mi pelo largo
y ya no creo en la poesía.

domingo, 5 de junio de 2011

Día de lenta espera


Es una lluviosa mañana de domingo,
el sol se ha quedado entre las sábanas,
perezoso, aguardando al mediodía,
remoloneando entre las suaves nubes.

Los gatos asoman la cabeza disgustados,
cobijados bajo las hileras de coches
esperando ansiosos el final del diluvio.

Yo solo estoy mirando mi reflejo,
observando al ser ensimismado
que hay al otro lado del charco.

El domingo es una tierra
en donde ya no arraiga la melancolía,
todo ha sucedido ya
no deja un hueco para resoluciones;

Solo cabe asomarse a la ventana,
lamentarse o respirar aliviado
según haya ido la semana:
alea jacta est.

Yo me quedaré sujetando la barandilla
decidiendo hacia que lado
se han balanceado las hojas
meditando
en este día de lenta espera.