Caminar con un manojo de lavanda en la
mano,
notar como florecen en mi nariz
todo un manojo de sensaciones vivas,
interruptor que se enciende,
papilas gustativas
como semáforos trémulos
brillando en la oscuridad tempestuosa
que precede a un terremoto emocional
sin precedentes.
¡BOOM!
Sí,
resultó que era cierto
estoy vivo.
Lo suficiente como para
domar las crepitantes llamas
de los minutos,
trotar sobre las briznas de hierba,
ser el amo de las gotas de lluvia,
el señor de los pétalos,
guardián del mundo nimio
esa es mi misión:
investigador,
buscador de la sensación última
suave mano que separa las sedosas capas
del inmenso e inescrutable mundo
externo.
Somos los reyes de los detalles. Gran poema. Saludos
ResponderEliminarHermoso como escribes, como detallas cada sensación, cada minúsculo detalle se hace enorme y visible cuando lo escribes.
ResponderEliminarBesos
mydirtybussiness.blogspot.com
es cierto , tan cierto que es una revelación
ResponderEliminarbuscar detalles y en ellos encontrar las diferencias, la sutil diferencia es tener pupila de águila
seamos pues águilas en vuelo creativo
bsitos y buen domingo
Adentro de los pistilos hay un rey hecho de miel y madera de pino.
ResponderEliminarAbrz.