sábado, 11 de junio de 2011


Los zapatos echan raíces
y las corbatas
son sogas
que hacen que las ideas
escapen de las cabezas,
y, hablando
de libertad,

somos testas
sembradas
de incertidumbre gris.

Huesos pesados
que soportan en silencio
los silencios de la carne.

¿Y porque no un poema
de esos de coger las riendas,
de olor a asfalto y no mirar atrás?
Suena bien,
pero no.

Se murió mi pelo largo
y ya no creo en la poesía.

3 comentarios:

  1. no crees en la poesía, pero ella en ti SÍ
    y mientras le hagas un espacio en tu pensadero, ella te susurrará sus cuitas más líricas y vendrá tu mano a acariciarle

    aunque la mole intente devorar toda margarita silvestre

    buen fin de semana DANI
    abrazo

    ResponderEliminar
  2. Dani, amigo,la verdad es que eres un poeta de verdad. Hay tanto poetrasto que es casi imposible distinguir lo bueno de lo malo, y lo tuyo es lo bueno, aunque ya no tengas el pelo que quisieras.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Es lo que tiene abusar de la corbata...
    Te perdono lo del pelo, pero no lo de la poesía.

    PD: voy a cambiar el enlace

    Saludos

    ResponderEliminar

No lo pienses, suéltalo